Foto tomada de: vídeo en youtube.com
Sus canciones son únicas; sus videos escandalosos; su vida una controversia; y, por lo tanto, la imagen de la cantante Lady Gaga tiene que ser aún más llamativa.
Esta cantante de Nueva York ha demostrado que, tanto en el espectáculo, como en la vida real tiene un estilo aún más enfermo que ninguna otra; y, que en ella, todo se puede ver bien -empezando por tres kilos de carne-; este vestido del diseñador Frank Fernández, usado en unos premios MTV, hizo que miles de personas se sintieran ofendidas porque los animales, de acuerdo con ellos, no son respetados como se debe; pero el delicioso vestido fue sólo el comienzo de un bikini que Gaga utilizó en la portada japonesa de la revista Vouge Hommes y, nos queda claro, que el verse deliciosa no es problema para ella.
Muchos han hecho comparaciones y dicen que es una imitación de la Reina del Pop (Madonna) y de su colega Christina Aguilera; pero lo cierto es que Gaga tiene su propia firma de producción artística llamada Haus of Gaga, la cual dirige personalmente. Este equipo diseña vestuario, escenografía y peinados. Gaga comentó que gran parte de su estilo lo heredó de su madre; y que cuando compone música, piensa en la ropa que usará en el escenario.
La extravagante facha de la diva no sólo se queda en lo que se pone; también su cabeza tiene siempre un estilo distinto. El color natural de su pelo es castaño; sin embargo, cuando se presentó en México por tercera ocasión, lo pintó de rosa mexicano; ha pasado por el gris con destellos morados, distintos tonos de negro, café y, actualmente, luce un rubio cenizo que le sienta muy bien.
Seamos sinceros: Lady Gaga es un ícono muy extraño de la moda y lo saben Calvin Klein, Chanel, Donna Karan, Atelier y algunas otras casas de diseño, quienes pusieron en su puerta varias propuestas de vestidos de novia al anunciar su compromiso con Taylor Kinney. Por supuesto, los vestidos son fuera del estilo que conocemos y eso no sólo marca a la cantante Lady Gaga, sino a Stefani Joanne Angelina Germanotta, la persona detrás del personaje.
La conclusión es que nadie podrá verse tan bien o menos ridícula que ella, al usar un moño de cabello; un vestido de carne; cuernos en sus mejillas, sienes y hombros; un vestido de la rana René, otro de burbujas en un concierto o ser la más alta del salón.
Esperemos que siga dando ideas de disfraces para nuestras fiestas, porque ha demostrado que la moda no es un problema para ella; y, si alguna vez lo fue, nunca se preocupó… porque la puede inventar con lo que vea.