El director Diego Álvarez Robledo y la compañía de teatro “Principio...” se aventuran en el mundo de la investigación y nos presentan lo que para esta compañía representa su primera “obra documental”. Estamos hablando de “Bestiario humano”, obra que se estará presentando en el teatro Sergio Magaña de la Ciudad de México durante cuatro semanas los viernes (a las 20:00), sábados (a las 19:00) y domingos (a las 18:00).
Como su nombre lo indica, la obra nos habla sobre las bestias, pero también sobre los humanos y, sobre todo, sobre lo bestias que somos los humanos. El argumento principal está construido a manera de un documental que mezcla dos temas: la vida natural y la historia de la humanidad. Durante su desarrollo vemos también la relación de una pareja de chicas (y una amiga que está todo el tiempo con ellas) que viajan por el mundo descubriendo una triste y a la vez conmovedora realidad que yace detrás de nuestros muros en las redes sociales. Dicha realidad no es otra que el planeta al que llamamos casa con todos sus altos y bajos, sus conflictos humanos y no tan humanos.
El documental, en pocas palabras, explora la vida; la nuestra como los curiosos primates que somos (quienes además de los chimpancés somos los únicos en el reino animal en disfrutar con la miseria de los de nuestra propia especie) así como la de las demás criaturas que nos rodean. Explora nuestra relación entre nosotros mismos como especie, pero también nuestra relación con el resto de la naturaleza e incluso las relaciones de la naturaleza en las cuales se ve reflejado el principio vital por el cual nos regimos también nosotros: el instinto de supervivencia, la preservación de la vida.
Esta obra nos enfrenta con nosotros mismos y nuestro mundo, con lo que hemos hecho de él y con lo que hemos hecho de nosotros. Nos hace reflexionar sobre el papel que jugamos en el planeta y sobre la manera en que magullamos la vida incluso dentro de la propia especie. El espectador necesariamente saldrá con más de una pregunta y muchas inquietudes tanto morales como ecológicas. Las cinco personajes que conforman el elenco de esta obra nos permiten identificarnos con sus emociones, pero también nos permiten echar un vistazo hacia otras realidad humanas que muchas veces nos son ajenas.
Es una obra que vale la pena verse por varias razones, entre otras porque nos hace reflexionar sobre nuestra condición como humanos en este mundo que habitamos, porque permite que se desarrolle el talento joven y porque la obra rompe la cuarta pared e incluye al público dentro de la trama como parte del documental que se nos presenta.