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Los eSports: la cúspide económica del deporte


Regresemos la mirada a la antigua Grecia en donde el deporte era considerado una forma de entretenimiento en la sociedad. Los jóvenes lograban lo que pocos: llevar su cuerpo a un extremo inimaginable para lograr demostrar de lo que era capaz el ser humano.


Es incalculable la forma en que nuestra sociedad ha cambiado desde los poetas grecolatinos. Lo único seguro es que la monetización de industrias alrededor del globo ha llevado a cambios radicales que nadie se esperaba hace quince años, por ejemplo: uno de los principales pilares de países como Estados Unidos, Corea y Japón han sido los videojuegos.


Muchas veces los fanáticos de este entretenimiento electrónico se han encontrado con la pregunta “¿qué vas a lograr de tu vida si te la pasas jugando?” Este importante cuestionamiento filosófico, víctima de pensamientos impropios y que la vida ha costado a muchos, tiene una sencilla respuesta: ganar millones de dólares.


Los eSports son una interesante propuesta que lleva años en desarrollo y que está encontrando la cúspide de ingresos gracias a nuevos juegos que salen al mercado. Ya sea proporcionando los golpes adecuados, disparando como francotirador o planeando el despliegue de unidades a lo largo de un enorme mapa para invadir la fortaleza del enemigo, los usuarios de estos títulos han encontrado una forma de explotar lo que muchos considerarían un vicio.


Hablemos con números claros y planteemos la duda del futuro del deporte en nuestro mundo. ¿Cuánto gana un medallista olímpico por triunfar con el máximo reconocimiento? Cada país recompensa a sus atletas dependiendo del fondo disponible. El país que ofrece el mayor ingreso económico es Kazajistán con $250,000 USD. por medalla de oro. Hablamos de una persona que dedica su vida entera a prepararse para gloriar sus logros en el podio donde sólo tres logran ser reconocidos alrededor del mundo. Fuera del aplauso de los fanáticos, la recompensa económica parece un buen incentivo.


Volteemos la mirada a The International, un torneo anual realizado por Valve Corporation en donde doce equipos de todo el mundo se disputan por saber quién es el mejor equipo en Defense of the Ancients 2 (mejor conocido como DotA2). La quinta entrega de este torneo se llevó a cabo entre el 3 y el 8 de agosto del 2015 y el premio para el equipo ganador fue de $18,000,000.00 USD. Si la cantidad de ceros abruma la mirada, podemos hablar de $18 millones de dólares que fue entregado a un grupo de cinco personas. La cantidad de dinero no es equiparable en ningún sentido con el caso anterior.


El estado de la cuestión nos presenta a personas dedicando su vida en contra de algunos jóvenes que se sientan a jugar para matar el rato… ¿Es en realidad así? La comunidad cree que disfrutar de un juego se convierte en un entretenimiento burdo, pero ¿qué no el deporte también comenzó así? Por un momento discutamos qué involucra participar en uno de estos torneos.


El ejemplo más viable sería un juego de peleas. El participante debe conocer cuántos cuadros de animación va a tener el ataque de cada personaje dentro del juego. Asimismo, debe saber en cuál de ellos puede contraatacar y cuántos milisegundos le costará realizar la acción; de ahí tendrá que crear una serie de variables para conocer las cadenas de ataques que pondrá en el campo de batalla y el posible desenlace de cada uno. Podemos hablar de Guilty Gear Xrd –Sign- que tiene 17 personajes o de Ultra Street Fighter IV que tiene alrededor de 50. El participante debe conocer a cada uno de ellos para generar estrategias al momento.


Podríamos explicar cada uno de los géneros que se involucran pero hablamos de un pasatiempo que, en cuanto a deporte, absorbe la vida entera de un participante. Viven en casas o locales equipados para jugar, observar y analizar; además de que se les exige un entrenamiento físico no sólo por ser una figura pública y ejemplo para muchos gamers, sino porque se sigue el viejo dicho “Cuerpo sano, mente sana”.


Lo que propongo no sólo se trata de un llamado a la reflexión para notar el desequilibrio económico que el deporte vive, sino que no es sólo ir y llegar para jugar el que podría ser el juego de tu vida. Son personas que entrenan, dedican su vida y subsisten de pequeños premios y sustentos que otorga el gobierno.

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