Existe una duda universal que nos consume: cuando el ser humano intenta explicar algo de lo que no tiene conocimiento ha creado divinidades; de tal manera, éstas nos controlan para evitar un castigo cruel y despiadado. De cierta manera no nos atemoriza el hecho de hacer algo incorrecto, ya sea ante la religión o la sociedad, tampoco nos afecta el ser enjuiciado; en última instancia, a lo que en realidad se teme es al sufrimiento. Pero, ¿qué es el sufrimiento? Éste es una experiencia dañina que causa dolor. Puede que afecte directamente al cuerpo, sin embargo, el sufrimiento que más nos agobia es el emocional.
¿Qué es lo que más nos hace sufrir?
Eso depende cada individuo, ya que existen diferentes causas que pueden afectar el nivel de sufrimiento, no es el mismo dolor que siente un pequeño al perder de vista a su madre, a un adolescente en el mismo caso.
Una de las experiencias que más nos hace sufrir en una etapa de la vida es el amor; puede ser que éste no sea correspondido, o que exista miedo al decir lo que se siente. En estos casos sólo hay que tener valor, evitar días de angustia por no estar con la persona amada, exponiendo los matices que se sienten cuando él o ella se encuentran a tu lado; otro tipo de sufrimiento en el amor, el cual podría ser el más alarmante es el maltrato: físico, sexual, psicológico o quizá económico.
Pero ¿cómo darnos cuenta de que estamos sufriendo? No es algo sencillo, cuando somos observadores nos es fácil mencionar qué es lo que está mal; pero, si te encuentras en el círculo de la violencia, careces de objetividad, ya que tu juicio está obstaculizado por lo que se cree es amor, las palabras lindas, los momentos breves, pero felices, los abrazos y las caricias, hacen que se busque justificar cada acto que daña tu persona: “es probable que no midiera su fuerza al tomar me del brazo, pues lo hice enojar”, “soy su esposa, es mi deber” “ella tiene razón, soy un mediocre y no sé cómo ayudarla” o “mantiene la casa y no nos falta nada, todo lo que pedimos lo tenemos”, pero ¿en realidad hay plenitud? Los golpes y las ofensas aumentarán, y tener lo básico en casa no nos satisface, porque no hay libertad de elegir, ya sea qué comprar, qué usar, si salir, con quién salir, a dónde ir, cuánto gastar, con quién hablar, esa angustia constante por mantener a tu pareja de buen humor, ese temor al hacer algo que ella o él cree está mal, si no deseas tener sexo no te puede obligar, así sean esposos es violación, si te obliga, eso es sufrimiento, que alguien te causa.
Hay un sufrimiento que puede causar devastación, en éste se pierde algo o alguien, ya sea un proyecto, o un ser querido, situación por la cual dejas de hacer lo que gusta, y te hundes en un cuarto oscuro, sin querer cubrir tus necesidades básicas, y quieres dormir, ese es un escaparate, se sufre de manera constante, porque se cree que nadie entiende la tragedia por la que está pasando.
Pero existe algo a lo que todos le tememos, que es la muerte, desde un punto egoísta -sin pensar en lo que puede estar pasando a nuestro alrededor- el miedo no está centrado en el dolor que se pueda sentir el cuerpo, ni en qué pasará con él cuando deje de funcionar, el temor radica en lo desconocido, es por ello que la humanidad ha creado muchas formas de aliviar este dolor, ya sea un Dios benevolente que te ofrece un paraíso, un Dios malévolo que te mantendrá en el inframundo o un Dios que muestra la vida y la muerte en su ser.
¿COMÓ DEJO DE SUFRIR?
No es sencillo aceptar que se sufre, pues como lo hemos visto, existen justificaciones, o escaparates; sin embargo, es necesario pedir ayuda, pensar que el ser humano está aquí para sufrir no es la mejor opción, si no deseas hacer partícipe a familiares y amigos busca apoyo, trata de ser feliz combatiendo lo que te hace sufrir.
Asociación para el Desarrollo Integral de Mujeres Violadas AC: Imparten cursos psicológicos y legales, en caso de que hayas sido víctima de un delito sexual o quieras prevenir serlo.
Dirección: Salvador Díaz Mirón 140, Cuauhtémoc, Ciudad de México
Teléfono: 5682 7969 o 5547 8639
Página: www.adivac.org
Centro de Apoyo a la Mujer Margarita Magón: Ofrecen asesoría legal y de salud o bien al tratar temas como la perspectiva de género.
Dirección: Carlos Pereyra # 113, Col. Viaducto Piedad (Metro Viaducto), Del. Iztacalco, México D. F.
Teléfono: 5519 5845
Correo: marmagon@laneta.apc.org
Coordinadora Nacional de Ayuda a Mujeres Indígenas: Especializadas en la ayuda para mujeres indígenas. Coadyuvan en el desarrollo de la mujer de otras comunidades.
Dirección: Calle San Simón # 82, depto. 306, Col. San Simón, México D. F.
Teléfono - Fax: 55-32-29-23
Correo: cmni@laneta.apc.org
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Dirección: Concepción Méndez No. 55, Col. Atenor Salas, DF
Teléfono: 30 96 51 89
Página: www.casagaviota.org.mx
Casa Semillas: Luchan por la igualdad de género y dan asesoría a mujeres que han sufrido de violencia.
Teléfono: 5553 2900 y 5553 0109
Página: www.semillas.org.mx
UBUNTU Yo soy porque Nosotros somos A.C: Dan asesoría legal a mujeres de escasos recursos que quieren mejorar sus condiciones de vida, tras sufrir violencia.
Dirección: Ojinaga 1201, Col. Centro, Municipio de Chihuahua, Chihuahua
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