El día lunes 4 de enero nos presentamos en la Cineteca Nacional por invitación de la distribuidora mexicana Alfhaville Cinema para ver la proyección de la película Hasta el fin de los días, un documental mexicano del año 2013 que ha concluido su gira por festivales de cine a nivel internacional y que, por primera vez, se presentará en cartelera para el gran público a partir del viernes 8 de enero en ese recinto cinematográfico.
Esta película, grabada con equipo cien por ciento digital, es un documental que nos cuenta el día a día del Instituto Jaliscience de Ciencias Forenses; como advertencia puedo decir que las tomas, aunque bastante gráficas, intentan plasmar el trabajo científico de los expertos investigadores con recato y poco sensacionalismo, lo cual se agradece bastante.
México es un país enfermo: nos hemos acostumbrado a los titulares escandalosos que podemos encontrar en algunas publicaciones que explotan la nota roja más de una forma morbosa que para informar. E, incluso debido al tratamiento periodístico clásico, nos hemos insensibilizado traduciendo cada tragedia en números. Cuando escuchamos, por ejemplo, que en México ya van más de 100 mil muertos por la guerra contra el narcotráfico, lo único que nos imaginamos es la magnitud de esta cifra, pero no sentimos las 100 mil tragedias detrás de estos números.
La idea del director, Mauricio Bidault, con este documental -si bien lo lleva a cabo con medios poco convencionales pues no usa la clásica voz en off ni las letras en fondo negro que te llenan la pantalla con cifras- era justamente mostrar que, detrás de cada cifra, hay una vida humana. Porque, hay que verlo de esta manera: aunque la muerte es, de hecho, el fin inminente que se cierne sobre nosotros, sobre cada uno; justamente por ello, detrás de cada cifra, hay una historia y, detrás de cada historia, hay un rostro que la vive; con cada ciudadano que cierra los ojos y deja de moverse, una luz antes encendida se apaga y se difumina en el amanecer de otro día.
El documental nos muestra esa realidad: las personas que son víctimas y victimarios detrás de cada uno de los casos en el IJCF -por sus siglas- no sólo son números, sino son personas que nos cuentan una historia, la cual, es investigada y, a diferencia de lo que ocurre en series como CSI o Bones, ésta tarda mucho tiempo en tenerse completa.
Así que ya sabes: si estás interesado en las ciencias forenses, en la tragedia humana o simplemente quieres curiosear de primera mano el trabajo con cadáveres, pruebas y escenas del crimen, entonces acércate a la Cineteca Nacional a partir del viernes 8 y pide un boleto para esta película.
Comments